22 Febrero
2012
EL LIBRO
El recuerdo estalla
en la jaula donde
aún vivimos
Es su final
Que nunca llega
Súplicas que el
destino las guarda
en sus arcas
imaginarias
Latentes por estar
vivos
Urgentes en el
desparpajo reversible
de nuestras intenciones
Las proezas de los
méritos luchando
con las fieras
que nacieron idolatradas
por la mediocridad
Abogar por el
instinto a veces
ingenuo de ser
felices
Los inconmensurables
vientres del cosmos
solo parirán
certezas
cuando se acaben
las madres del
insomnio.
M.R.F.
Con mi pluma
indigente
y el filo
de una estrella
pude escribir
estos versos
Abstracciones y huertas
de sienes
que solo madurarán
cuando se aburran
las palabras.
M.R.F.