Con ilustraciones de Ana Luisa Bondone
204 p. / 19×19 cm.
ISBN 978-987-556-381-0
EL LIBRO
La fábula, como la parábola evangélica, es utilizada para presentar algunas realidades que están escondidas detrás o dentro de los acontecimientos de la vida cotidiana que son más grandes de cuanto puede ser constatado por la simple observación: hay un salto del “pequeño” al “grande” como del “símbolo” al “significado”, como un lanzamiento hacia lo indefinible. El grano de mostaza que crece y forma la planta, que se hace refugio para los pájaros del cielo, es la parábola evangélica que significa el Reino de Dios ofrecido a los hombres, realidad que no puede ser definida con palabras, porque llama en causa el dibujo de Dios y está escondida en la cotidianeidad. Cuando se necesita de un salto hacia lo indefinido y hacia lo indefinible, se precisa un signo que diga un significado, una parábola que descubra una realidad escondida que sobrepasa la descripción, o una fábula que contenga una historia humanamente más rica de la experiencia descripta. En la fábula se utiliza, generalmente, el pasaje del mundo de los seres humanos a aquel de los animales, precisamente porque se quiere utilizar la fuerza evocativa para tomar el drama humano potenciado por la fantasía y por el deseo. No se trata de pasar de una realidad accesible por la experiencia a una pura fantasía irreal, sino de una realidad, aunque construida, a una realidad más grande. Esopo, Fedro, La Fontaine se han movido con esta lupa de ampliación de historias de animales a la narración de lo que es humanamente demasiado amplio para ser contenido en la pura descripción, para lo cual se necesita de la analogía y de la fantasía.
Los vuelos y los encuentros de los pájaros evocados por Stefano Degli Abbati en esta composición fabulosa son construcciones de fantasía, pero miran alcanzar una realidad humana que es aquella misma que han suscitado las grandes composiciones de los poetas: el amor humano, la aspiración a la plenitud de la felicidad. Si al impulso de la fantasía, que permite a los protagonistas alados volar, se pudiese añadir la representación dramática que lleva enfrente al espectador el espesor del diálogo, el encuentro y el choque de los sentimientos, la fábula animada y representada añadirían y devolverían la intensidad dramática que vive en la interioridad y habita en lo profundo de las pasiones humanas. Amor y muerte no pueden encontrarse solamente en vuelo, tienen que enfrentarse en diálogo y reproducir, a los espectadores, los tumultos, las joyas y los miedos que viven los hombres desde siempre. Lo que es terreno de lo cotidiano con la fábula vuela lejos y cruza los cielos y los océanos, pero con el teatro, y por qué no con el cine de animación (instrumento para ver con los ojos), está llamado y hecho palabra expresiva, capaz de tocar la interioridad. No es siempre necesario que la fábula termine con una frase de amonestación como en Esopo (la moral de la fábula), porque todo el vuelo y todo el drama pueden crear un ethos y una contemplación en su entero desarrollo. La columna sonora puede simular el canto de los pájaros y también tocar las cuerdas interiores del sentimiento si el drama representado es también acompañado por la música, con tal que esta no ahogue, sino interiorice la palabra y la haga más penetrante. Su Eminencia X Cardenal Elio Sgreccia*
* El Cardenal Sgreccia es una de las autoridades más importantes y conocidas internacionalmente de la Bioética. Fue director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma y presidente de la Pontificia Academia Pro Vida. Ha escrito numerosos textos, entre los cuales el más famoso es el primer Manual de Bioética en italiano, después traducido y publicado en muchas lenguas y países. Es también el presidente de la Asociacion “Donum Vitae” y de la Fundación “Ut vitam habeant”.
EL AUTOR
Stefano Degli Abbati nació en 1961 en Roma, hijo de Carolina y Maurizio, es médico-cirujano de urgencias y trabaja para la Cruz Roja Italiana. Tiene desde hace 13 años un programa de bioética en la radio de la Conferencia Episcopal Italiana (Radio in Blu) y es redactor del sitio www.ildonodellavita.it, dirigido por su Eminencia el Cardenal Sgreccia, del cual es su colaborador en el mundo de los medios de comunicación. Pero aspira, sobre todo, a ser considerado un buen cristiano por sus amigos, su mujer y su hija.