EL LIBRO
Las sombras no nos
pertenecen
Son resurrecciones
del mismo vientre
que la dicha
Tenemos dones que
debemos saber apreciar
Así como el árbol
desnudo de invierno
se lamenta lo necesario
porque sabe que volverán
las amorosas primaveras
Aunque nuestros ojos
se conviertan en desiertos
y sintamos que la vida
se nos esfuma
Es el momento de
ahuyentar a ésas
sombras que tiznan
el entusiasmo de nuestro
porvenir
Respetemos todo
y a todos
Aprendamos a discernir
con la sana y sabia
juventud de nuestros
sentimientos.
LA SOLAPA
He escrito este libro
como si fueran mis
últimas letras
Como si mi alma
expiara nuestros
últimos pecados
Como si la vida
fuera una sola
sin el encanto
de una posible
resurrección
Como si estuviera
en paz con mis
desatinos
Como si la balanza
me fuera proclive
Como si Dios en
un descuido
me dejara estar
a su lado.