Presenta la eterna, irresuelta y desequilibrada relación entre Buenos Aires y las otras provincias, que en el marco de las inundaciones adquiere proporciones alarmantes. La negativa de permitir el paso y salida del agua por su cauce natural -contrariando las leyes de la física- perjudica a Santa Fe y a Córdoba, y marca los desequilibrios de inversión en infraestructura.
“Los temas pendientes son los que en general debieran preocuparle al país, sin embargo no figuran en la agenda política de nadie, y sus derivaciones menos aún. Cuando uno ahonda un poco más, se sorprende al encontrar que nada de lo que viene ocurriendo en los últimos años es nuevo, sólo que no forma parte de la memoria colectiva” dice la autora.